Virginia Ramírez Abreu: ·Arte cubano: entre The Matrix y El silencio de los corderos·
Si, como se dice en el artículo de Elvia Rosa (…), mantener un proyecto alternativo en Cuba es jugar a la ruleta rusa, yo invito a preguntarle a Sandra Ceballos cómo se ha mantenido Espacio Aglutinador, y cómo hacíamos los que allí íbamos en sus momentos iniciales. Me parece muy loable que David Mateo, viva donde viva (que tampoco es de interés) haga un proyecto a su medida. Con esa frase queda todo dicho, y al final, con esa épica de “qué derecho moral nos asiste para cuestionarlo”, doy por hecho que el diálogo del arte cubano tendrá que esperar quizás varias décadas más. Para seguir leyendo…
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