NDDV: ·¡Gloria eterna al exilio socialista de Miami!·
En el socialismo, el estómago es un órgano político. Cuando el abuelo de Santos Suárez siente hambre, el cubano de Miami también la siente: reacciona, para las orejas, da la patica, y se dirige al cajero automático más cercano. Entre el cajero automático y el pollo congelado de una tienda en divisas de Lawton, hay una cesta de limosnas que el Estado cubano presenta a la congregación de beneficiarios. Una porción del dinero enviado por los exiliados va a parar automáticamente a las arcas de los generales. Con esa plusvalía de sentimentalismo se ha levantado una impresionante red de hoteles cinco estrellas que visitan los turistas canadienses y norteamericanos en tiempos de apertura. Para seguir leyendo…
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