Calvert Casey: ·En San Isidro·
Como una premonición, como una pedrada casi, ha salido este gran poema de Calvert Casey (publicado por primera vez en la revista Ciclón en 1959: texto al que él calificaba de “oratorio desesperado”), y muy en sintonía con cierta poesía civil de aquella época y de esta: “Ya no se puede andar, el olor lo ha invadido todo, lo ha paralizado todo, lo ha petrificado todo. Huele a aliento de necrófago después de un festín. No se puede gritar. Los gritos no se oyen, no hay eco en este ambiente espeso y aglutinante, en este hedor de suicidio”. 😉 (Imagen: H. Lavastida).
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Esta entrada fue publicada en
Actualidades,
Autores,
Libros,
Memoria. Guarda el
enlace permanente.